(Editora)
Fundación Autor
Cádiz, España
De cómo las mujeres se tomaron la palabra y el espacio1
Las palabras marcaron la frontera cuando nosotras éramos silencio…
Estas
Actas del IX Encuentro de Mujeres de Iberoamérica, realizado en
Cádiz del 20 al 23 de octubre de 2005, son la memoria de lo que en
aquella ocasión compartimos sobre la construcción y la dramaturgia
del espacio escénico, el tránsito de los espacios íntimos al
espacio exterior de libertad y la posibilidad transformadora del
teatro en cuanto, subvirtiendo el espacio, es capaz de producir
cambios sociales y políticos. Además comprende una sección con
datos precisos sobre el estado de la paridad tanto en el espacio
administrativo como en el dramatúrgico y el escénico. Finalmente
compendia textos creativos e informes sobre nuevas asociaciones de
mujeres y nuevas publicaciones. Todas contribuciones ricas
conformadas por miradas plurales de mujeres que, desde distintas
partes del planeta, se desplazaron para compartir en Cádiz sus
reflexiones.
De cómo las mujeres se tomaron la palabra y el espacio1
Lola Proaño Gómez
The speaker in
this case/ is a middle-aged witch, me-/ tangled on my two great
arms,/my face in a book/ and my mouth wide,/ ready to tell you a
story or two. (The
Gold Key, Transformations,
Anne Sexton)
Las palabras marcaron la frontera cuando nosotras éramos silencio…
(Magda Rodríguez 129)
Nos
volvimos a encontrar en Cádiz. Hemos llegado después de haber
sobrevolado mares y montañas y de superado dificultades con el deseo
de crear un espacio real y virtual, físico y simbólico. Construir
un espacio de creación, de libertad, de encuentro con nuestras
compañeras y con nosotras mismas para formar subjetividades cada vez
más ricas y complejas. Disfrutamos a nuestras anchas de esos cuatros
días del encuentro, con tiempo propio: largas horas y días enteros,
no fracciones de tiempo encontradas con esfuerzo, buscando recovecos
y espacios en el “entre” de las múltiples tareas. Tiempo
nuestro, dedicado por entero a escucharnos, a construir y a
construirnos, a dialogar con todas nuestras similaridades y
diferencias: un privilegio y un placer.
Cádiz como
el lugar del Encuentro. El Encuentro en el espacio creado por nuestra
presencia, en el que se contextualiza el desarrollo de la emergencia
de realidades diversas y mezcladas, desde donde se aportan nuevos
sentidos. Cádiz, convertido por la confluencia de geografía y
lenguajes, en un espacio donde la palabra propia, los sueños, las
utopías y los pequeños y grandes triunfos se encuentran.
La
escritura teatral como la restitución de un espacio de
representación, para generar una contracultura de la representación,
como restitución de nuestra presencia en el escenario teatral, como
lugar de expresión de sentidos negados. El espacio, lugar para que
la palabra exprese lo silenciado. Producir significados y sentidos
que no sean mero reflejo especular de lo ya dicho, de lo ya
establecido, que sean un modo de atravesar el modelo. (Escofet 105)
Definir,
construir, crear un espacio es también pelear por nuestra existencia
como sujetos políticos y sociales, además de culturales. Mantener
el espacio de la creación abierto para nosotras, es exigir el
reconocimiento del derecho a construir mundos –más o menos
ficcionales- con miradas, valores y fines propios; el derecho a
nuestra autodeterminación, a hablar con y desde el cuerpo, con y
desde nuestras emociones y experiencias. Armarnos como sujetos, desde
nuestro interior, donde se agazapan las diferencias y atrevernos a
ponerlas en escena, a obligar al reconocimiento de ellas. Armar
escenarios, construir dramaturgias, poner nuestros cuerpos en un
espacio que finalmente hemos empezado a hacer nuestro.Escenario que
es además múltiple: somos muchas y nuestras voces y miradas
plurales. Confrontamos muchas perspectivas: nos juntamos en el
respeto a la diferencia y en el acuerdo a este mismo respeto que
exigimos para todos y entre todas. No hay estructuras prohibidas, ni
reglas formales impuestas. Espacios creados con sus propias reglas,
sus propias decisiones y su propia estética, a veces diversa,
descolocante por lo novedosa.
Frente a
la historia construida desde la masculinidad, ¿por qué no intentar
construir la nuestra, diferente, más humana? Creaciones de mujeres,
puntos de partida de una nueva estética y de una nueva ética.
Compromisos con la historia, con la experiencia personal y con la
sociedad contemporánea. Procesos de creación de una “realidad”
distinta, más completa.
1 Debo
agradecer especialmente a Margarita Borja por su cuidadosa lectura de
la versión final de estas actas, lo que contribuyó a una mejor
versión.
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